Ha llegado, parecía imposible pero aquí estamos...
Sales del último examen, medio nervioso, con ganas de llorar porque estas tan cansado que no sabes bien que sentir y estas entre irte a casa a dormir hasta reventar la cama o irte con tus compañeros a beberte hasta el agua de los peces.
Da lo mismo que no sepas las notas, da lo mismo que haya caído alguna por el camino o que las horas de sueño de estas últimas semanas no sumen un número respetable.
Es una sensación indescriptible:
¡Han terminado los exámenes y te sientes el rey del mundo!
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